martes, 13 de abril de 2010

Una moneda mas

“Sólo una moneda más”, se dice un jugador cualquiera. Superando una bancarrota más que evidente hace el último esfuerzo, saca de donde no tiene y, con la vaga esperanza de recuperar de golpe todo lo que ha perdido y quizá ganar algo más, tal vez para cubrir alguna necesidad urgente o simplemente para irse con la satisfacción de tener con qué jugar otro día, inserta la postrera moneda en la máquina. La moneda recorre los mecanismos, se acciona el botón que le da rienda suelta a la suerte y el corazón de quien apuesta se estremece con una ilusión que dice tanto de la escasez como del desespero. Las figuras en la pantalla giran aleatoriamente y son una trampa que tienta a la pobreza y la fortuna. Toda la escena describe un drama.

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